miércoles, 11 de junio de 2008

"...un reloj en la noche..."

....
"...y cayeron minutos como hojas..."
.
No hace falta decir nada más! estoy transcurriendo entre el tiempo que se diluye onírico, sutil, volátil! pero no como una pérdida sino como un continua incorporación de instantes positivos!
de felicidad!
de amigos!
de energía!
de conocimientos!
de amor!
de vida!

Tan solo esa explicación y las palabras de un Neruda que parece unirse a Salvador Dalí en estos relojes! La oda parce ser extraída de los sueños del chileno, de su intrínseca etapa positiva, solidaría y humana! para rozar los colores que se derriten bajo el sol de un español...

Oda a un reloj en la noche...
En la noche, en tu mano
brilló como luciérnaga
mi reloj.
su cuerda:
como un susurro seco
salía
de tu mano invisible.
Tu mano entonces
volvió a mi pecho oscuro
a recoger mi sueño y su latido.
El reloj
siguió cortando el tiempo
con su pequeña sierra.
Como en un bosque
caen
fragmentos de madera,
mínimas gotas, trozos
de ramajes o nidos,
sin que cambie el silencio,
sin que la fresca oscuridad termine,
así
siguió el reloj cortando
desde tu mano invisible,
tiempo, tiempo,y cayeron
minutos como hojas,
fibras de tiempo roto,
pequeñas plumas negras.
Como en el bosque
olíamos raíces,
el agua en algún sitio desprendía
una gotera gruesa
como una uva mojada.
Un pequeño molino
molía noche,
la sombra susurraba
cayendo de tu mano
y llenaba la tierra.
Polvo,tierra, distancia
molía y molía
mi reloj en la noche,
desde tu mano.
Yo puse
mi brazo
bajo tu cuello invisible,
bajo su peso tibio,
y en mi mano
cayó el tiempo,
la noche,
pequeños ruidos
de madera y de bosque,
de noche dividida,
de fragmentos de sombra,
de agua que cae y cae:
entonces cayó el sueño
desde el reloj y desde
tus dos manos dormidas,
cayó como agua oscura
de los bosques,del reloja tu cuerpo,
de ti hacia los países,
agua oscura,
tiempo que cae
y corre
adentro de nosotros.
Y así fue aquella noche,
sombra y espacio, tierra
y tiempo,
algo que corre y cae
y pasa.
Y así todas las noches
van por la tierra,
no dejan sino un vago
aroma negro,
cae una hoja,
una gota
en la tierra
apaga su sonido,
duerme el bosque,
las aguas,
las praderas,
las campanas,
los ojos.
Te oigo y respiras,
amor mío,
dormimos.

Pablo Neruda.


Les dejo un beso grande! y la alegría de una vez más unirnos en las palabras!!

Nos vemos pronto, muy pronto! cuando los relojes derritan otras mágias...otras noches!

Chau! espero sus ideas...!

datlitauy!