"El faro del Cabo Polonio emerge de las rocas en la costa rochense, se encuentra 15 metros sobre el nivel del océano, con una altura de 26 metros. Fue construído en 1880, como guardían y protector, en una zona muy compleja para la navegación por la presencia de islas y rocas en sus alrededores."
Hoy pretendo ser breve. En realidad, me cuesta bastante...siempre siento que me quedan cosas por compartir, por contarles, por preguntarles...
"El arroyo Valizas y las dunas del Polonio al otro lado. Cunado el arroyo está bajo se puede cruzar caminando facilmente, para ir al encuentro de 9 km de caminata sobre la arena tibia..."
Pero ésta noche lo intentaré. Simplemente transcribiré un fragmento de un cuento de Eduardo Galeano, llamado "El viejo y el mar" que me pareció muy descriptivo y gráfico!
Lo leí hace ya un par de días y permaneció en mi mente una imágen que me hizo comprender lo magnífico de ese fragmento...imágen que luego la concatené inconscientemente con un lugar mágico, natural y siempre sorprendente!
Fue así que uní a Galeano con el Cabo Polonio!
"La caminata de Valizas al Cabo, puede ser para algunos un poco cansadora. Pero les aseguro, que volverán a hacerla nuevamente... restos de naufragios, caracoles, lobos de mar, gaviotas, el Atlántico verdísimo y el siempre presente faro...para llenarte de energía y paz..."
"La "Playa de la Calavera" es el último tramo para llegar hasta el Cabo. Los pies ya están cansados sobre la arena un poco más rebelde... los restos del Don Guillermo parcen querer alentarnos..."
Corro hacía los médanos; tengo la piel llena de espuma. Me dejo caer sobre la arena caliente. El sol me quema la espalda. ¿Qué me quiere contar el junco uqe se dibuja a sí mismo en la arena? El viento lo inclina y él roza la arena con la punta: traza líneas que se le parecen. Me hecho un sueñito.
"El faro alumbrando cada atardecer...un caballo plácidamente disfruta de la brisa este del crepúsculo de enero..."
Un abrazo estrecho. Ya nos veremos pronto... cruzando dunas, trepando arroyos aunque se tiñan las calles de rojos!
4 comentarios:
Por tu descripción e imágenes fui llenándome los pies de arena, caminado esos nueve kilometros, coleccionando, como se hace en la infancia, caracolas, conchitas, cangrejillos secos, si los hay y aspirando ese aire que trae consigo el olor a sal. Caminar junto al mar, el mar repartiendo el sonido del corazón a cada paso, mientras la mente evoca tantas cosas y los restos de barcos rotos harían sonar como antes sus sirenas como lamentos, un orden de olas les silenciaría, naufragios, que nos recuerdan los propios. El faro a lo lejos, con su luz señalando quizá que alguien vendría, mientras en solitario, las huellas quedan en la arena.
ojos miel: muchísimas gracias por tu coementario. Me alegro de que al menos por unos instantes pudieras estar en ese lugar que tanto amo!
te espero pronto!
Me identifico PLENA con eso de: "Me meto desnuda en el agua. Me aflojo, me dejo estar. Las olas juegan conmigo; me sumergen, me revuelcan, me devuelven a la costa".
Así es como siento en el agua uno de mis elementos favoritos.
Pusiste dos de mis amores, Galeano y el Cabo Polonio.
Sabes? Leíste mi mente porque hace días vengo pensando en esa caminata y en ese lugar especialmente.
Para el próximo comienzo de verano ire y me quedaré unos días, con alguien especial, en ese lugar mágico donde el cielo y el mar están más cerca.
Un beso
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